A veces con la intención no basta. La intención de ayer era visitar una de las calas más bonitas que he visto en fotos, Cala Escorxada, el problema, mi pierna. Si que el camino me regalo imágenes preciosas, pero me queda la espinita de no haber podido llegar, la necesidad de terminar ya con este suplicio es cada día más evidente. Soy una persona muy activa, encerrada en el cuerpo de un señor que no puede moverse con normalidad. Se que muchos que conocen los caminos por donde voy, van a pensar, que ya hago demasiado en mi estado, pero si no hiciese estos esfuerzos, haría meses que no me movería de la cama o que mis idas y venidas a las urgencias del hospital serían continuas. Estas caminatas, con las dificultades del camino, subidas, bajadas, raíces en medio del camino, cuando no árboles enteros, rocas que me hacen estirar lo que me deja la pierna, haciendo el resto el brazo con el que llevo el bastón y sin olvidar la fotografía, han hecho que, al menos, aunque el dolor siga siendo muy intenso, más de lo que debería aguantar, pueda tener un poco de movimiento en la pierna, cosa que con el confinamiento había perdido casi por completo.
Al final, como se dice por aquí "Xano-Xano", poco a poco, sin prisas, voy del punto A al punto B, aunque este no sea el que yo quería, y del B al A, para regresar a casa.
