Un perfecto día en familia, un poco de playa y camino después un buen trocito de Camí de Cavalls donde encontré curiosidades, pero sobretodo, muchos árboles caídos, mucha vegetación en descomposición que puede causar un peligroso compostaje y a su vez incendios. En 2018 tuvimos un tornado que cruzó la isla y dejó media isla sin electricidad. Pero lo peor no fue eso, fue la gran cantidad de árboles que acabaron destrozados en su totalidad, o en parte. Según leí en un comunicado del Consell, se calcularon en unos 90.000 ejemplares, de los cuales ni un 1% se han retirado.
Esto puede ocasionar grandes problemas ya, que estos árboles y ramas, con los cambios de temperatura, humedad, lluvias y la presión que sufren de su mismo peso, pueden comenzar a compostar, cosa que origina una gran fuente de calor y ocasiona incendios espontáneos.
Por lo demás, un día precioso y perfecto para disfrutar un Sant Joan, atípico.





























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