Quinto día, y las sensaciones son distintas. El pasear por el centro de Mahón, nada tiene que ver con ir por la zona exterior. Parece que las personas sean más conscientes del distanciamiento, de la necesidad de mantener un comportamiento más coherente. Siempre hay excepciones, pero, en este caso si cabe decir, que son las que confirman la regla.
Esta vez la cantidad de fotos es más extensa y con más fotos en color, tres para ser más exacto. La primera, la entrada a "Es parc d'es Freginal", desde "sa costa d'en Gà" o "carrer d'en Deià", una tenue luz al final del túnel. La segunda, una vista del puerto con colores rosáceos y violetas, provocados por una puesta de sol con viento y nubes. La tercera una fotografía con una luz muy pobre "en clave baja", para, tan sólo resaltar los detalles de la silueta del ayuntamiento, la fachada de Santa María y las luces, las famosas luces naranjas de esta ciudad.
En definitiva, salir por el centro o por las zonas donde no te cruzas con la avalancha de neodeportistas, personas que nunca en su vida han hecho deporte y ahora, parece que les va la vida en salir a correr o ha caminar a una velocidad acelerada, lo cual va a provocar una oleada de lesiones que volverán a traer problemas a las urgencias de los hospitales, porque esto, sumado a la falta de distanciamiento que provocan dichas aglomeraciones, pueden hacer que haya un efecto rebote de los casos de COVID19.



















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