Vigésimo día, hoy mis fotografías están mezcladas, entre el color de ciertos instantes y localizaciones, frente al blanco y negro de, por una parte lo antiguo y otra parte, lo que aún no hemos entendido de todo esto. No hemos aprendido nada de estos días de confinamiento, seguimos con la falta de respeto por la vida que teníamos antes de todo esto y eso sólo puede acabar de una forma. Si no hay repuntes incontrolados, la próxima pandemia, que será más pronto que tarde, acabará con la mayoría de la población mundial, porque hemos pasado del miedo al menosprecio de todo lo que ha pasado.
Eso al final conlleva a bajar la guardia, a no creer en las informaciones que nos den cuando vuelva a pasar, a contagios masivos y fuera de todo control y con la defunción de muchos seres humanos. Debe ser por eso que es más importante permitir que una terraza que no cumple ninguna norma siga abierta, en vez de ayudar a los comercios tradicionales.




























No hay comentarios:
Publicar un comentario